viernes, 7 de junio de 2013

Delincuencia juvenil

Delincuencia juvenil

En esta lectura nos habla de las apariciones de la violencia en los jóvenes en donde tenemos que dar una mirada hacia atrás de sus respectivas vidas para entender el porqué del comportamiento que se está manifestando. Se trata de  hacer simplificaciones con respecto a los factores específicos que causan la conducta delictiva, ya que ésta surge en función de influencias múltiples.

Hay varios factores por los cuales se puede abordar la problemática uno de ellos es que el sujeto tiene malas calificaciones y conductas en la escuela, lo cual puede llevar a que en un futuro en la calle se comporte de la misma manera que se comportó en un salón de clases. Aquí es donde se muestran con temperamento fuerte, poca dedicación, indisciplina, conductas violentas, e impulsivas.

Son personas con problemas para relacionarse, que no entienden lo que sienten las otras personas, y que no les importa los actos que cometen, por el hecho de ser impulsivos no se detienen a pensar en las consecuencias de sus actos,  regularmente sus ideas son cerradas y no tienen la capacidad para solucionar problemas, tienen un pobre razonamiento crítico y emocional. El comportamiento de muchos delincuentes muestra una escasa valoración crítica de la información que tienen acerca de las posibles recompensas y riesgos de sus acciones. Tampoco saben evaluar el origen de sus sensaciones. De hecho, muchos jóvenes antisociales operan a partir de creencias absolutas más que de hipótesis, asumen que son absolutamente verdaderas y se aferran a ellas, no viéndose afectados por las opiniones de los demás.




En el factor social, se basa en los diferentes lugares en los que has interactuado con más personas, como la familia, escuela, calle etc. Se dice que la familia es la predicción de la conducta delictiva, la conducta de los padres es primordial en el comportamiento a futuro de los hijos, la rectitud que tienen para enseñar, o el dejar que los hijos hagan lo que quieran, la comunicación es un factor importante. Debemos intervenir en la familia para evitar la posibilidad de que problemas precoces de conducta en la infancia se transformen con el tiempo en comportamiento delictivo: por ejemplo, creando lazos afectivos que proporcionen la atención y apoyo emocional que necesita el niño, enseñando a los padres pautas de crianza y reglas claras, sólidas y competentes, y estimulando la comunicación abierta entre los miembros de la familia 


También podemos observar que todos estos factores tanto personales, de familia, escuela y otros, tienen relaciones en común de las cuales se puede desarrollar la violencia, y entender que no precisamente solo se realizará en un solo contexto. La violencia se puede desarrollar en varios contextos y al mismo tiempo.
Independientemente de las numerosas interpretaciones y variables que acompañan a la definición de conducta delictiva, constituyen actos que atentan contra las normas sociales y los derechos de los demás. El comportamiento del delincuente le sitúa en conflicto con la sociedad. Crece a un ritmo importante el número de delitos y violencia en la edad juvenil. La evidencia es contundente al señalar que este tipo de comportamiento está asociado a otras conductas problemáticas que convierten al sujeto en una persona con dificultades sociales y personales, además de ser un precursor de la delincuencia adulta

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