jueves, 25 de abril de 2013

La música como tortura / La música como arma


La música como tortura / La música como arma


El uso de la música en la guerra surgió por primera vez en 1989 cuando las tropas de estados unidos la utilizaron como fuerza de ataque música a alto volumen con el fin de hacer rendir al entonces presidente de Panamá, Manuel Noriega. Hoy se le conoce como el uso de “bombas acústicas”, una práctica estándar utilizada en Irak con el fin de que se digan los secretos, se hagan confesiones sin violar los derechos.

Se presenta un evento en donde Bush mantuvo por meses rock pesado para hacer rendir a sus enemigos, lo interesante es que se puede apreciar como simples cosas que quizás son sacadas de un juego o una serie de ciencia ficción si puede aplicarse a la vida real y traer consecuencias inesperadas.

Las “armas acústicas” han sido desarrolladas por contratistas que trabajan para el Departamento de Defensa desde, por lo menos, de la creación en 1997 de la  Agrupación Común de Armas No-Letales, el primero contrato para estas guerras se firmó el 18 de noviembre de 1998 autorizando la producción de alta precisión de infrasonido diseñado para producir efectos que pueden ser impactantes o letales, otro fue inventado para paralizar multitudes hostiles o secuestradores.

Con el paso del tiempo se fueron desarrollando más armas que alcanzarán más diámetro en metros, kilómetros, centímetros etc. y que se pudieran utilizar en todos los estados naturales encargados por los estados unidos para neutralizar a los enemigos durante la guerra, aunque se dice que actualmente este método no se ha utilizado con las guerras que tenemos en nuestra actualidad.




Estos aparatos también pueden ser para cortas distancias y solo cubrir cierta cantidad de territorio, se dice que los efectos que provoca es sentir que te golpea una pared de aire, que puede hacer que te sangren los oídos y la nariz, dejando al enemigo temblando. Regularmente la música es elegida por los soldados jóvenes que están en el campo de batalla, solo la bajan de internet y la colocan, para noquear al enemigo, el registro más actual es en Irak 2004 donde se dice que se utilizó este método.

Con estos métodos existen pruebas donde a los soldados se les encerraba en un cuarto obscuro y se les colocaba música a todo volumen para que no los dejarán dormir, o de repente los despertaban, canciones de distintos géneros como: metal, pop, rap, incluso canciones infantiles, la forma de torturar está en la forma de colocar los decibeles para afectar al sistema.

Este tipo de tortura se le conoce como, tortura sin tocar, en donde es una alteración sensorial e incluso algunas posiciones que toman le pueden afectar emocionalmente a las personas que están recibiendo este tipo de tortura, El prisionero se vuelve psicológicamente indefenso ante la autoridad de los interrogadores, tan dependiente de ellos como incapaz de resistir. Además, los datos de los experimentos mostraron que este “sistema moderno de tortura” es mucho más efectivo que golpear o hacer sufrir de hambre, pues logra la desintegración psicológica en días en vez de semanas o meses.

En los manuales de campo, los elementos de la “tortura sin contacto” se clasifican como parte de la sección “estrategias psicológicas adicionales” donde se alienta a los interrogadores a implementar cualquiera de las dieciocho “formas de aproximación” desclasificadas a un informante.

Se dice que una de las ventajas por así decirlo de la tortura sin contacto es que no deja marcas causadas directamente por los interrogantes en la superficie carnosa visible, es decir el cuerpo. Los teóricos de su uso en el campo de batalla enfatizan el efecto del sonido en el cuerpo, mientras que los teóricos del cuarto de interrogatorios se enfocan en la capacidad que tienen la música y el sonido para destruir la subjetividad.

También hay una discusión entre música y sonido, una cosa son los tipos de sonido que se pueden utilizar y la otra la música, palabras y acordes que se utilizan en una canción, cosas que son importantes para que el ataque sea contundente, este tipo de acciones dan muchas preguntas para la sociedad, el fin de la música al principio quizás no era traumatizar, y por qué utilizarla como nueva arma, cuando una parte de la música se expresa por paz y comprensión para todos, con qué finalidad se creó la música, o cuál es la finalidad de las personas que actualmente están creando la música.

Las personas tienen diferentes reacciones sobre la utilización de la música como tortura, muchos están de acuerdo y algunos no, quizás tenemos que ver que es lo que piensan de la guerra y a quién apoyan para saber por qué están o no de acuerdo con esta nueva arma, muchos lo ven como una tortura deseable que es pagable.

Para torturar con la música como se ve en los comentarios de los navegadores de internet, tenemos que ver mucho la edad que tienen, estado civil, el contexto en el que viven y muchos factores más, ya que a algunos no les gustan algunos géneros de música, se habla de hijos contra padres y de baladas contra rap. Y se remarca que, el objetivo, la desintegración de la identidad,  no depende de la música sino del sonido. 

En cuestión de que se siente, depende mucho de la música que se le pongan y del lugar en donde estén, ya que también tiene que ver la presión de estar en un cuarto obscuro y más si el prisionero está encadenado, o amarrado, amordazado etc. Son factores que alteran los nervios del apresado, lo cual ayuda a la música  a surtir efecto con  mayor rapidez, el campo de acción en donde la música es el medio del poder ubicuo e incompatible que toca sin tocar ha sido impuesto sobre representantes del mundo Musulmán entero. La música, entonces, no es únicamente un componente de la “tortura sin contacto” sino también un componente de la pretensión simbólica de soberanía global por parte de los Estados Unidos.

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