La música como tortura / La música como arma
El uso de la música en la guerra surgió por primera vez en 1989 cuando
las tropas de estados unidos la utilizaron como fuerza de ataque música a alto
volumen con el fin de hacer rendir al entonces presidente de Panamá, Manuel
Noriega. Hoy se le conoce como el uso de “bombas acústicas”, una práctica estándar
utilizada en Irak con el fin de que se digan los secretos, se hagan confesiones
sin violar los derechos.
Se presenta un evento en donde Bush mantuvo por meses rock pesado para
hacer rendir a sus enemigos, lo interesante es que se puede apreciar como
simples cosas que quizás son sacadas de un juego o una serie de ciencia ficción
si puede aplicarse a la vida real y traer consecuencias inesperadas.
Las “armas acústicas” han sido desarrolladas por contratistas que
trabajan para el Departamento de Defensa desde, por lo menos, de la creación en
1997 de la Agrupación Común de Armas No-Letales, el primero contrato para
estas guerras se firmó el 18 de noviembre de 1998 autorizando la producción de
alta precisión de infrasonido diseñado para producir efectos que pueden ser
impactantes o letales, otro fue inventado para paralizar multitudes hostiles o
secuestradores.
Con el paso del tiempo se fueron desarrollando más armas que alcanzarán
más diámetro en metros, kilómetros, centímetros etc. y que se pudieran utilizar
en todos los estados naturales encargados por los estados unidos para
neutralizar a los enemigos durante la guerra, aunque se dice que actualmente
este método no se ha utilizado con las guerras que tenemos en nuestra
actualidad.
Estos aparatos también pueden ser para cortas distancias y solo cubrir
cierta cantidad de territorio, se dice que los efectos que provoca es sentir
que te golpea una pared de aire, que puede hacer que te sangren los oídos y la
nariz, dejando al enemigo temblando. Regularmente la música es elegida por los
soldados jóvenes que están en el campo de batalla, solo la bajan de internet y
la colocan, para noquear al enemigo, el registro más actual es en Irak 2004
donde se dice que se utilizó este método.
Con estos métodos existen pruebas donde a los
soldados se les encerraba en un cuarto obscuro y se les colocaba música a todo
volumen para que no los dejarán dormir, o de repente los despertaban, canciones
de distintos géneros como: metal, pop, rap, incluso canciones infantiles, la
forma de torturar está en la forma de colocar los decibeles para afectar al
sistema.
Este tipo de tortura se le conoce como,
tortura sin tocar, en donde es una alteración sensorial e incluso algunas posiciones
que toman le pueden afectar emocionalmente a las personas que están recibiendo
este tipo de tortura, El prisionero se vuelve psicológicamente
indefenso ante la autoridad de los interrogadores, tan dependiente de ellos
como incapaz de resistir. Además, los datos de los experimentos mostraron que
este “sistema moderno de tortura” es mucho más efectivo que golpear o
hacer sufrir de hambre, pues logra la desintegración psicológica en días en vez
de semanas o meses.
En
los manuales de campo, los elementos de la “tortura sin contacto” se clasifican
como parte de la sección “estrategias psicológicas adicionales” donde se
alienta a los interrogadores a implementar cualquiera de las dieciocho “formas
de aproximación” desclasificadas a un informante.
Se
dice que una de las ventajas por así decirlo de la tortura sin contacto es que
no deja marcas causadas directamente por los interrogantes en la superficie carnosa
visible, es decir el cuerpo. Los teóricos de su uso en el campo de batalla
enfatizan el efecto del sonido en el cuerpo, mientras que los teóricos del
cuarto de interrogatorios se enfocan en la capacidad que tienen la música y el
sonido para destruir la subjetividad.
También
hay una discusión entre música y sonido, una cosa son los tipos de sonido que
se pueden utilizar y la otra la música, palabras y acordes que se utilizan en
una canción, cosas que son importantes para que el ataque sea contundente, este
tipo de acciones dan muchas preguntas para la sociedad, el fin de la música al
principio quizás no era traumatizar, y por qué utilizarla como nueva arma,
cuando una parte de la música se expresa por paz y comprensión para todos, con
qué finalidad se creó la música, o cuál es la finalidad de las personas que
actualmente están creando la música.
Las personas
tienen diferentes reacciones sobre la utilización de la música como tortura,
muchos están de acuerdo y algunos no, quizás tenemos que ver que es lo que
piensan de la guerra y a quién apoyan para saber por qué están o no de acuerdo
con esta nueva arma, muchos lo ven como una tortura deseable que es pagable.
Para
torturar con la música como se ve en los comentarios de los navegadores de internet,
tenemos que ver mucho la edad que tienen, estado civil, el contexto en el que
viven y muchos factores más, ya que a algunos no les gustan algunos géneros de música,
se habla de hijos contra padres y de baladas contra rap. Y se remarca que, el objetivo, la
desintegración de la identidad, no depende de la música sino del sonido.
En cuestión
de que se siente, depende mucho de la música que se le pongan y del lugar en
donde estén, ya que también tiene que ver la presión de estar en un cuarto
obscuro y más si el prisionero está encadenado, o amarrado, amordazado etc. Son
factores que alteran los nervios del apresado, lo cual ayuda a la música a surtir efecto con mayor rapidez, el campo de acción en
donde la música es el medio del poder ubicuo e incompatible que toca
sin tocar ha sido impuesto sobre representantes del mundo Musulmán entero. La
música, entonces, no es únicamente un componente de la “tortura sin contacto”
sino también un componente de la pretensión simbólica de soberanía global por
parte de los Estados Unidos.
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